sábado, 24 de julio de 2010

MITODRAMA: Eros y Psique

Realizaremos este taller en Agosto de 2010. Haz click sobre la imagen y entérate de los detalles de esta actividad, en la cual exploraremos el mito de Eros y Psique a través del Psicodrama. Puedes escribirnos también a teatroreverso@gmail.com

martes, 7 de julio de 2009

Iniciamos Nuevo Trabajo


Después de un tiempo de conversaciones, revisiones, cambios de vida de los miembros del grupo, hemos iniciado una nueva exploración. Nos encontramos con el mito de "Eros y Psique" y eso nos ha impulsado para reunirnos nuevamente en el espacio de trabajo, y empezar a mirar qué se nos mueve dentro con las imágenes que ofrece esta historia.

No sabemos todavía a dónde vamos a ir a parar en el movimiento escénico, por ahora apenas estamos al búsqueda de lo femenino como guía y posibilidad de encuentro. El mito nos ha colocado en un lugar donde nos gustaría experimentar con las formas en que se separan y unen lo masculino y femenino en nosotros, los modos en que los seres humanos nos mentimos o traicionamos, pasamos pruebas difíciles y nos honramos más tarde, quizás, con la verdad y el reconocimiento.

Psique, la mente y el alma; Eros, el amor, el sexo, la atracción. La historia cargada de erotismo, envidias y engaños, es también el recorrido de un encuentro profundo y la bendición de los Dioses para la unión de estos dos aspectos de la naturaleza humana.

Si les interesa el mito, busquen el libro "El Asno de Oro" de Apuleyo. Pueden leerlo completo en este enlace APULEYO: EROS Y PSIQUE, o ver un resumen en LOS AMORES DE EROS Y PSIQUE.

Nosotros por ahora seguimos nuestra aventura... No pretendemos montar el mito, sino jugar con las resonancias que ello tiene en nosotros. Seguiremos informando.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

DE ENCUENTROS Y SOLEDADES

En estos días volvimos a presentar EL REVERSO DE ELOISA, esta vez en los espacios del CENAIF (Centro de Aprendizaje e Investigación en Facilitación Gestáltica), con un grupo que se estuvo formando en Psicodrama. La experiencia fue muy buena y pronto publicaremos las fotos. Mientra tanto, compartimos este texto de Adriana Piterbag, psicodramatista y amiga con un trabajo ejemplar en su centro (allí ponemos su web site por si quieren darle un vistazo). Su reflexión en torno a los vínculos se conecta de forma directa con lo que hacemos en Reverso y particlarmente con "nuestra" Eloisa.


DE ENCUENTROS Y SOLEDADES

Por Lic. Adriana Piterbarg


Tratándose de encuentros y soledades podría comenzar diciendo que en este contexto cotidiano encuentro más soledades que encuentros, o tantos encuentros de soledades como soledades de encuentros. Soledades que confluyen, que se enfrentan, que se encuentran.

Atravesamos situaciones plagadas de incertidumbres, corridas, apurones, presiones económicas y de las otras. Presiones que se cristalizan en el cuerpo disfrazándose de los más diversos padeceres. Cuerpos despoblados de otros que transitan sin detenerse en el estar. El “aquí-ahora-contigo” se va esfumando en un presente que no ocurre, se escurre, pasa vertiginoso sin abrir la posibilidad de demoras.

Construimos una realidad social donde reina el “salvesequienpueda”, donde más que nunca cabe el “punto y coma, el que no se escondió se embroma”, y nos escondemos, nos embromamos, dejamos de jugar y de jugarnos...

Patologías de un presente sin presente, diferentes adicciones, pánicos, stress, enfermedades psicosomáticas. Tiempos modernos, movernos, no vernos. Apurarse a detener el tiempo antes que el espejo se arrugue, antes que la autoestima se diluya, antes que las canas se aclaren o las ideologías se oscurezcan. Aumentan las corridas y el desinterés recíproco, vamos fabricando corazas aptas para la masificación y el aislamiento. Masificacionaislamiento que no dejan de ser la misma cosa, confundirse entre los otros desintegrando la propia singularidad, o replegarse sobre un mundo interno vaciado de voces y presencias.

Cuerpos como depósitos encadenados al perdurar, soledades acentuadas que engordan día a día con la cultura light, una soledad sin edad, que nos pasa y nos pesa aunque intentemos revolearla como a un poncho.

Transcurrir en un estar circulante de soledades, somos con otros que tampoco están en el ahora.

El consumhombre postmoderno, perfecta creación de una sociedad de consumo. “Dime cuanto consumes y te diré quien eres...”

Consumimos objetos y bienes materiales tan imprescindibles como descartables, pero también consumimos modos de relación. Relaciones esporádicas, miedo al compromiso, transas, acciones conjuntas debilitadas donde el otro es un intercambiable más.

Intrincadas problemáticas cotidianas que nos inundan y al mismo tiempo nos sirven de escudo para no mostrar...


Bien, o te cuento...


O algunos pocos avezados que en el umbral de la desesperación te piden “una oreja”, no por creerse Van Gogh, sino por necesitar de una escucha, “¿una oreja?” como si uno no escuchara también con los ojos, con la nariz, con la piel, con el estómago...


“Bien, o te cuento...”

“Bien, o te miento...”

“Bien, o reviento...”


Y... ¿dónde estás interlocutor de mis decires que no te puedo encontrar?

Una escucha interesada produce efectos, y no sólo en el trabajo con pacientes psicóticos, en una sociedad donde impera el desinterés general, resulta necesario rescatar la interacción como un lazo propicio para anclar en lo real. Anclar, depositar los pies en el ahora, aprovecharlo, exprimirlo, saborearlo...

El punto de partida para destrabar soledades es el abrigo de la recepción de un otro.

Un otro que desde el rol de interlocutor promueva la circulación de la palabra, fabricando una modalidad de escucha significativa, permitiendo una salida operativa al aislamiento, recuperando al menos una brizna de subjetividad.

Dame tu escucha y vamos ya...pero ¿adónde? ¿Cuál es el espacio destinado al vínculo?

Espacios reales y virtuales que acortan lejanías y alejan proximidades. Confieso que me atrapan y mucho los nuevos cybervínculos que supimos conseguir. Que difícil de explicar esa cercana comunicación a la distancia, esa maravillosa sensación de sumergirse en un buzón electrónico y encontrarse quizás con quien, quizás desde donde, quizás para qué...

Contactos sin tacto, compañías oportunas que desde una pantalla pueden adquirir profundidades inesperadas. Como escribe la protagonista de “Tienes un e-mail”:


“Lo raro de esta forma de comunicación es que te lleva a hablar de nada en vez de algo, pero toda esta nada ha significado más para mí que muchos algos.”


Pienso que navegamos por Internet como nos movemos en lo real, medio a la deriva, buscando sin saber muy bien que, pero buscando, y en esa búsqueda encontramos diferentes grupos. Grupos vulnerables y terapéuticos; grupos de formación, de información, de formas múltiples y variadas; grupos de autoayuda, para adelgazar, engordar, dejar de fumar, volver a fumar, subir la autoestima, bajar el colesterol. Tantos objetivos y una misma conclusión: todavía hoy en día el grupo puede ser pensado, como lo proponía Lewin, como un dispositivo apto para diversos fines, pero ojo que hay grupos que son puro grupo.

Creo que el riesgo entonces es que un grupo se convierta en un lugar para el desagote mutuo, un depósito de soledades por compartir, una sumatoria de discursos deshilvanados, de monólogos paralelos sin entrecruzamientos, donde las copresencias estén articuladas por un “como sí” de ficciones.

Pero si el encuadre es lo suficientemente claro, un grupo puede ser un espacio apropiado para el encuentro, y no hablo sólo de encuentros conceptuales, sino de encontrar la posibilidad de volver a poblarse de voces, de destejer frases hechas, de permanecer despiertos y disponibles al vínculo. Es cierto que un grupo es más que la suma de las partes, múltiples pensamientos y sentires que fluyen desparramándose por los rincones más ocultos del yo facilitando respuestas a situaciones inconclusas.

En un grupo podemos encontrar la ocasión para demorarnos. Demorarnos en el estar próximos, con la intensidad suficiente para desplegar escuchas y decires, para discurrir en las palabras del otro, para estar escuchante de las propias ideas y de lo indecible, todo aquello que provoca el encuentro más allá del discurso verbal, considerando al encuentro con la misma profundidad que lo hacía J.L.Moreno.


“Yo te arrancaré los ojos

y los colocaré en el lugar de los míos

y tú me arrancarás los ojos

y los colocarás en el lugar de los tuyos,

y yo te veré con tus ojos

y tu me verás con mis ojos...

Y nos encontraremos”


Encontrarse, permanecer, ser con otros. Así como en lo corporal la piel es al mismo tiempo zona de contacto y de límite, las palabras del otro son el puente que marca acuerdos y diferencias0.


Encuentros, mágicos momentos que dilatan los sentires,

que abren puertas acariciando el alma,

encuentros que respaldan la razón, acrecientan latidos,

deleitándonos con un sabor indescriptible.

Encuentros poblados de sonidos que acunan, habilitan, motorizan,

despertando las ganas de demorarse.


Con el devenir de la propia historia algunos vínculos van perdiendo consistencia, pero también hay encuentros singulares y únicos que nos encienden de ganas las ganas, convirtiéndose en una clara invitación al vínculo.


Intento vincularme con lo que veo de vos,

lo hago porque veo que lo necesitás,

porque siento que lo necesito.

Porque no tengo nada mejor que hacer,

porque es lo mejor que puedo hacer,

porque es lo que quiero hacer.

Lo hago por otros vínculos

que todavía laten en mi mundo interno.

Lo hago porque no puedo evitarlo,

lo hago porque no quiero evitarlo,

lo hago porque lo que veo de vos

es una clara

invitación al vínculo.

sábado, 9 de febrero de 2008

El Reverso de Eloisa


Durante más de un año hemos estado explorando, a través de la improvisación escénica, las imágenes de "Eloisa Está Bajo un Almendro" (1940) de Enrique Jardiel Poncela (1901 - 1952). El resultado es una mirada del Reverso de esta pieza, concentrados en cuatro de sus personajes:

- Mariana, la hija de Eloisa (quien parece saber y no saber quién es y lo que quiere).

- Fernando, quien ama a Mariana (¿o a Eloisa?).

- La Tía Clotilde, consejera de Mariana (quien parece no vivir, o sólo vivir a través de los demás).

- Edgardo, el padre de Mariana (no sabemos si se pondrá de pie).

Y podríamos agregar a Eloisa, quien silenciosa descansa bajo el Almendro.

El proceso que seguimos estuvo centrado en la exploración de esos personajes como si se tratase de roles o posibilidades expresivas en nuestras propias vidas. Intentamos ponerse en su lugar y dejamos que nos hablaran, también nos confesamos con ellos. En esta dinámica, nunca llegamos ni llegaremos a ningún resultado definitivo.

Por eso seguimos jugando e improvisando, sólo que ahora invitamos a un público que nos ayuda, cada noche, a reinventar las escenas y recrearnos en el juego escénico.

Eloisa Esta Bajo un Almendro


Nos encontramos a finales del año 2006 con "Eloisa Está Bajo un Almendro" de Enrique Jardiel Poncela. Iniciamos en ese momento lecturas y el trabajo de montaje, que nos ha llevado por una revisión de las imágenes de la pieza, las resonancias personales que los personajes y las situaciones tienen para nosotros en Reverso.

Aquí unas notas sobre la pieza y el dramaturgo:

* La crítica no recibió inicialmente con gran entusiasmo sus comedias, ya que el humorismo de Jardiel hería los espíritus más sensibles y abría un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas. El propósito de Jardiel consistía en romper con las formas tradicionales de lo cómico. (http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Jardiel_Poncela)

* La novedad de Jardiel se caracteriza por: El encadenamiento de situaciones inverosímiles; la dosificación rigurosa de la comicidad en el lenguaje; el humorismo de raíz intelectual. (http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Jardiel_Poncela)

* Su originalidad no reside tanto en la selección de los temas como en la creación de situaciones grotescas, ridículas o inverosímiles. Esto la consigue por medio de ironías, diálogos vivaces, equívocos, sorpresas o mezclando la sublime y la vulgar. Pero bajo el truco, el disparate o la situación más absurda, esconde una dura y amarga crítica a la sociedad. (http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Jardiel_Poncela)

* Logró grandes éxitos, como “Eloísa está debajo de un almendro”, o “Un marido de ida y vuelta” y algunos fracasos, como “El cadáver del señor García” o "El amor sólo dura 2.000 metros." (http://www.jardielponcela.com.ar/biografia.htm)

* El público, en general, lo seguía fielmente, pero los críticos se ensañaban cada vez más con una obra que no estaban capacitados para juzgar. (http://www.jardielponcela.com.ar/biografia.htm)

* Cuando lo acusaban de escribir para grandes masas, dijo que sí, que escribía para “grandes masas encefálicas”. (http://www.jardielponcela.com.ar/biografia.htm)

ELOISA ESTÁ BAJO UN ALMENDRO narra parte de las vidas de dos familias, la de Mariana y la de Fernando, dos seres solitarios que se encuentran en medio de circunstancias extrañas, llena de misterio y malos entendidos. Una muerta acaecida muchísimos años atrás, una desaparición incomprensible, personajes extravagantes siempre al borde de la locura, todo es una excusa para hablar del amor y el desencuentro.

Teatro Espontaneo - Psicodrama


Las técnicas del Teatro Espontáneo y el Psicodrama fueron creadas por J.L.Moreno y están centradas en el desarrollo de nuevas posibilidades de acción y el acceso a un mayor grado de espontaneidad y flexibilidad en nuestra vida, para responder a las distintas situaciones y retos que se nos presentan cotidianamente.

A través de la improvisación escénica, se van revelando los secretos del alma, las tensiones internas manifestadas en las relaciones que mantenemos con nuestros impulsos internos, con el entorno y las personas con las cuales nos relacionamos. Hay tres aspectos fundamentales en el Teatro Espontáneo y el Psicodrama: (1) El juego de roles, (2) La escena y (3) El aprendizaje a través de la acción.

La base fundamental es la concepción del yo constituido por roles, que actuamos diariamente en los diversos espacios donde nos desenvolvemos. Nuestros roles nos permiten experimentar distintas posibilidades expresivas y de establecimiento de vínculos con los demás, de modo que en la medida en que mayor cantidad de roles podamos actuar y mayor flexibilidad logremos en nuestra relación con los otros, mayor espontaneidad y bienestar experimentaremos.

Desde esta perspectiva la vida es concebida como un conjunto de escenas que se conectan en nuestra realidad subjetiva. Cada una de las interacciones que sostenemos en nuestra coditianidad, constituyen escenas que van conectándose a lo largo de la vida, resignificándose e influyéndose unas a otras. Existen escenas internas (nuestro imaginario particular, creencias, aprendizajes anteriores, patrones de pensamiento, emociones, etc.) que influyen y están influidas por las escenas externas (interrelaciones mantenidas en el ámbito familiar, laboral, con los amigos).

Es a través de la acción, del juego creativo en el escenario abierto por el Teatro Espontáneo y el Psicodrama, donde podemos practicar nuevas maneras de actuar frente a determinadas situaciones, actuar nuevos roles o encontrar maneras distintas de realizar los ya conocidos, enfrentar situaciones retadoras, y todo ello en un ámbito seguro para la experimentación y el aprendizaje. De este modo aprendemos integralmente, contactando nuestras emociones, nuestro cuerpo, en relación con otros.

El Teatro de la Espontaneidad reúne en un mismo escenario a personas (que pueden pertenecer a la misma comunidad), en donde cada uno tiene la oportunidad de ser ese personaje (rol) con el cual está en conflicto (ponerse en el lugar del otro), o enfrentarlo para buscar alternativas de acción o solución a conflictos existentes. Los espectadores, miembros del grupo, son también los actores que realizan las distintas escenas que finalmente tocan inquietudes comunes.